Sep 2020
El azúcar de caña (sacarosa) se usa como endulzante en la mayoría de los productos que consumimos actualmente. La sacarosa no sólo es indeseable por su alto contenido calórico sino porque aumenta el riesgo de sufrir múltiples enfermedades como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Endulzantes naturales vs. Endulzantes artificiales
Existen endulzantes bajos en calorías para reemplazar el azúcar de caña. Estos endulzantes pueden ser naturales como la fruta del monje, la stevia o el xylitol, ó artificiales como el aspartame, el acesulfame o la sucralosa, entre otros.
Aunque se ha demostrado que la mayoría de estos endulzantes artificiales no están ligados a un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer, los estudios no fueron diseñados para medir los efectos del consumo real de estos edulcorantes - aproximadamente 700 mililitros al día por consumidor según Harvard Health.
Además, el cáncer no es el único problema que causa el consumo de sacarosa ya que el consumo de ciertos endulzantes artificiales implica un aumento en el riesgo de desarrollar síndrome metabólico y diabetes tipo 2, entre otras afectaciones.
Y aunque la mayoría de los endulzantes naturales en el mercado son seguros para el consumo humano algunos tienen efectos secundarios como el xylitol que causa problemas digestivos, por ejemplo.
¿Qué es la fruta del monje?
Una alternativa endulzante baja en calorías y 100% natural es la fruta del monje (siraitia grosvenorii). La fruta adquiere su nombre por haber sido cultivada por monjes budistas desde el siglo XVIII y luego introducida en Europa en el siglo XXI.
La fruta del monje es una enredadera perenne nativa del sur de China y el norte de Tailandia. Sus frutos son de color verde que cambia a marrón conforme se seca la fruta (imagen superior). Su composición química revela un perfil de triterpenos glicosados denominados mogrósidos los cuales proveen el sabor dulce bajo en calorías. Además de ser endulzante se ha demostrado que ciertos compuestos aislados de s. grosvenorii tienen propiedades antidiabéticas, antibacteriales, antioxidantes y antialérgicas.
El endulzante extraído de la fruta del monje requiere poco procesamiento y está probado que su consumo no aumenta los niveles de azúcar ni de insulina en sangre a diferencia de la sacarosa. El extracto de fruta de monje llega a ser hasta 500 veces más dulce que el azúcar de caña por lo que su uso como endulzante ha ido en aumento desde que sus propiedades fueron formalmente estudiadas en la década de los setenta.
La fruta del monje y la longevidad
Aunque la fruta del monje se ha usado como endulzante en tiempos recientes, también se le considera un hierba medicinal en China, usada como remedio para la tos, el dolor de garganta, como ayuda para la longevidad, y como remedio para los golpes de calor, entre otros usos.
La fruta del monje tiene muchos nombres coloquiales entre ellos la fruta del inmortal y la fruta de la longevidad. En chino se le conoce como luo han guo ó luo han kuo, la han qua en vietnamita y arhat, Buddha o monk fruit en inglés.
Curiosamente, las zonas donde más se cultiva la fruta del monje son también poblados reconocidos por tener una densidad altamente inusual de gente que vive más de 100 años. Aunque muchos atribuyen este efecto al estilo de vida pacífico de la región algunos aseguran que esta longevidad inusual se debe al consumo de la fruta.